Las minas de Potosí y de Huancavelica

 Las minas de plata de Potosí y la de azogue de Huancavelica











En 1545 fue descubierto la mina de plata considerada la mas grande del mundo y de toda la historia, la mina del Cerro Rico de Potosí por el nativo inca Gualpa y el capitán español Juan de Villarroel.
El lugar era deshabitado, casi inhóspito, pero al descubrirse la mina de plata llego a convertirse en una ciudad grande con mas de 150,000 habitantes.
Este descubrimiento produjo un boom y predominio de la plata en todo el territorio del ex Tahuantinsuyo.
El Perú salía de las llamadas Guerras Civiles de 1536 al 1554 y sobre todo a la Resistencia de los Incas de Vilcabamba (1536 - 1572) por esta razón el rey Felipe II envió al virrey Francisco de Toledo, Conde de Oropeza (1569- 1581) para reorganizar el Virreynato del Perú; este virrey estableció las reducciones que eran asentamientos de los nativos andinos conformadas hasta por 500 familias a cargo de un alcalde, así aseguraba la mano de obra barata; también estableció el trabajo obligatorio en las minas para que los hombres del Ande tengan que pagar sus tributos por ser considerados siervos del rey, todo esto se realizó a partir de las Leyes Nuevas (1542)
Los hombres andinos fueron explotados hasta su muerte, para trabajar solo recibían una barreta para remover las piedras, que lo hacían hasta encontrar una veta en los socavones; los obligaban trabajar hasta 20 horas diarias y para que soporten el cansancio los españoles los obligaban a tomar alcohol y masticar hojas de coca.
Cuando encontraban la plata tenían que sacarlo a la superficie y ante el cambio brusco de la temperatura muchos morían de bronconeumonía, además tenían que llevar el mineral a los molinos para ser triturado y así separaban las plata de las impurezas y en el molino muchos trabajadores andinos esclavizados debido al cansancio morían triturados al engancharse sus ropas en los engranajes.
Finalmente los trabajadores andinos tenían que purificar la plata que en un comienzo lo realizaban en hornos portátiles denominados Huayras, donde los trabajadores quechuas tenían que soplar para mantener el fuego, como eran hornos pequeños al final resultaban muy pequeños e insuficientes por la inmensa cantidad de plata que se extraía de Potosí.
Posteriormente se utilizó el método de la amalgama que consistía en mezclar la plata y el mercurio para obtener plata purificada. 
El mercurio lo traían en un comienzo de las minas de Almadén, en España, hasta que encontraron mercurio o azogue en las minas de Huancavelica. 
A muchos indígenas se les ordenaban cruelmente mezclar la plata y el mercurio con sus piernas intoxicando su sangre.
Por la cantidad de plata que se extraía, el virrey Toledo tuvo que trasladar la Casa de la Moneda de Lima a Potosí. 
La Mita diezmó a la población indígena. 
Esto ocasionó las denuncias de algunas autoridades, como el virrey Pedro Fernández de Castro, Conde de Lemos (1666-1672), quien hizo llegar su reclamo en el siglo XVII al Rey Carlos II de España afirmando que no había venido a comprometer su salvación por la cantidad de indígenas muertos en la mita de Potosí y Huancavelica.
La Mita Minera ocasionó tal sufrimiento y mortandad a los indígenas que inclusive ellos al tener hijos varones preferían lisiarlos o matarlos para librarlos de la mita. España fue considerada la garganta de Europa porque los minerales de Perú y México llegaban a España; pero no se quedaban ahí sino terminaban distribuidos a toda Europa por las deudas contraídas con los demás reinos, ya que los hispanos carecían de industrias. 
El Virreinato del Perú se limitaba a tener una economía mercantilista, es decir a la explotación de metales preciosos descuidando la industria, ganadería y agricultura.
Según Immanuel Wallerstein, el papel que le tocó desempeñar a los dominios españoles fue el de aportar recursos metálicos conducentes a la acumulación originaria de los países centrales, mediante el establecimiento legal de relaciones sociales de producción precapitalista en las nuevas áreas coloniales. 
El Cerro Rico de Potosí duró hasta 1650, cuando la plata se agotó, siendo reemplazado por la mina de Cerro de Pasco que no igualó su producción.

1 comentario:

Unknown dijo...

Una historia que nunca debemos olvidar.