Mostrando entradas con la etiqueta Mural. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mural. Mostrar todas las entradas

martes, 18 de marzo de 2025

Lima fue una ciudad amurallada

La Muralla de Lima

Perú, país de maravillas


Construida en 1618, había sido una exigencia de la población de Lima, la construcción de una muralla para defender a la ciudad de las posibles incursiones principalmente de piratas que estaban asolando la región y atacando a las principales ciudades del rico imperio hispano.
Fue el presbítero flamenco, natural de Malinas, Flandes, Jean Raymond Coninck, cosmógrafo mayor del reino, quién había llegado a Lima en 1655 y fue quién hizo los planos del proyecto.
Coninck había sido discípulo de los científicos jesuitas Gregorio de San Vicente y Andrés Jacquet y tenía conocimientos arquitectónicos únicos para su época.
El virrey Melchor de Navarra y Rocafull, Duque de la Palata, se empeñó en la construcción de la muralla y los trabajos empezaron en 1685, y en 1687, se inauguró la obra terminada.
De algo más de 5 metros de ancho y 4.5 de altura, se extendía aproximadamente en 11,700 metros, contaba con 34 bastiones defensivos y 5 accesos a la ciudad. 
Hacia el oeste estaban la Portada de Monserrate, la Portada real del Callao, la Puerta de San Jacinto, la Portada de Juan Simón o Camacho, y la de Matamandinga o Guadalupe.
Traspasadas estas portadas hacia el oeste, entre la de Monserrate y la del Callao, en la margen izquierda del río Rímac estaban las tierras llamadas del Conde de la Vega del Ren y más al oeste las del Conde de la Torre Velarde; al oeste de las portada del Callao, Juan Simón y Guadalupe, estaban las tierras de sembrío llamada Chacra Colorada, siguiendo la Acequia de La Legua, hacia el sur estaba la hacienda del capitán don Joaquín Manuel de Azcona y Buega, I conde de San Carlos, con una casa hacienda de esmerados murales y juegos de agua (actual Centro Loyola).
La gran amuralla, permaneció hasta 1862. 
El 2 de diciembre de 1869, el presidente José Balta firmó el decreto por el que se establece la demolición de las murallas, para dar paso al crecimiento urbano de la ciudad capital. 
En 1878, Edmundo Cotteau hace referencia a que las murallas habían sido demolidas para dar paso a nuevas calles que hasta ese entonces la ciudad de Lima terminaba por el oeste en la avenida Circunvalación, actual Alfonso Ugarte.